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viernes, mayo 01, 2009

CLICK EN LA FOTO 16 (EL MEJOR CINE ESPAÑOL NO SE HA VISTO 6)




FRANCISCO REGUEIRO

Nacido en Valladolid en 1934, el cineasta Francisco Regueiro ha sido uno de los pocos directores españoles que durante tres décadas (desde los años sesenta hasta los noventa) ha logrado hacer un cine personal, extraño, loco, pero siempre apegado a la realidad histórica, política y social española. Un cine por momentos surrealista, de imágenes puras surgidas directamente del inconsciente, un cine de personajes, con retratos poderosos y una dirección de actores de la que deberían tomar ejemplo los nuevos cineastas españoles, un cine de puesta en escena creativa, a veces sobria, como es el caso de Padre Nuestro (1985) y a veces barroca, como sucede en Madregilda (1993); un cine también sobre los excesos de la mente humana. Estas son algunas de las características de su obra, injustamente olvidada, quizá en parte porque su actividad como cineasta se cerró en 1993 con su filme sobre Franco Madregilda, pero también por esta incapacidad española de saber mirar hacia atrás y reivindicar el cine que realmente diferencia nuestra cinematografía de la de otros países. A diferencia de otros directores de su generación o de generaciones posteriores (Montxo Armendáriz, Manuel Gutiérrez Aragón, Fernando Colomo, Jaime Chávarri, Mario Camus, etc), su radicalidad y su imaginación, siempre dentro de los cauces de cine de ficción que se estrena en salas comerciales, se mantuvieron intactas y no cedió a una comercialidad vacua o a una despersonalización que ha arruinado tantas carreras. Regueiro es un cineasta que no ha dejado enclaustrar ninguna de sus imágenes indómitas.

Regueiro pertenece a la estirpe de Joaquim Jordá, Víctor Erice, Pedro Almodóvar, Basilio Martín Patino, que aun distintos entre sí, son figuras singulares y atípicas dentro de nuestra cinematografía, con filmografías coherentes que no han renunciado a desarrollar y filmar sus obsesiones. Pero en el caso de Regueiro, a diferencia de estos otros cineastas, la reivindicación de su figura no se ha producido, de ahí el más que loable ciclo que la Filmoteca de Catalunya ofrece durante este mes de marzo, una oportunidad única de ver o revisar la mayor parte de su filmografía, un cine que bebe del esperpento, del surrealismo, del catolicismo como imaginiería y, en general, de arte español. Sin duda los más grandes cineastas de nuestro país son aquellos que han sabido beber y desarrollar o crear a partir de estas influencias (como ocurre con Berlanga, Buñuel, Almodóvar, etc). Pero otro elemento fundamental para entender a Regueiro es que ha creído en la ficción, es un creyente: tiene fe en las historias, en los actores y en la posibilidad de que el espectador viva dentro de la pantalla. Así sucede con Padre nuestro (1985), una de sus mejores películas, con guión de Ángel Fernández Santos e interpretada por Fernando Rey y Francisco Rabal, que narra la historia de un cardenal español que tras treinta años en el Vaticano regresa a su pueblo (una historia que tiene paralelismos con ese intento fallido pero interesante que es Octavia (2002), de Basilio Martín Patino) para arreglar asuntos de familia, como una hija y una nieta que dejó atrás. En este filme Regueiro, dejando de lado su vertiente de excesos, narra con pulcritud, con devoción y sobriedad, la historia de este personaje que vuelve a Castilla para cerrar viejas heridas, para imponer un orden en una sociedad resquebrajada. El cardenal es como un director de cine que coloca a sus criaturas, las ordena y las conmueve para intentar crear algo armonioso, bello y único, aunque no siempre lo consiga. Exactamente como hizo Regueiro a lo largo de su filmografía, tener fe en sus propias historias y sacarlas adelante más allá de la incomprensión de productores y en ocasiones del público.

DANIEL V. VILLAMEDIANA

(Originalmente publicado en el Culturas de La Vanguardia)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande Regueiro!

Anónimo dijo...

Mu rico!

Luis E. Parés dijo...

Enhorabuena!!!!

Desde hace ya bastante tiempo, recuperar otro ciune español es una de mis obsesiones, a las que dedico quizá demasiados ratos en mi cabeza, y en vosotros he encontrado un espejo genial.

Me parece admirable la lista que estais proponiendo, pues realmente está al margen de todo. No es reivindicar (por enésima vez) "El extraño viaje" (que se lo merece) es poner el foco sobre películas que nadie sabe que existen (como por ejemplo "La celosía", que por cierto, no puedo descargar pues me da error... ¿hay algún modo de solucionarlo?).

Se me ocurren varías, "Rocío" de Fernando Ruiz Vergara (yo la tengo y os la podría pasar), "Animación en la sala de espera", "Verbena" de Neville... Es una pena que no llegase a tiempo de bajar "Vivir en Sevilla" pues me muero de ganas de verla... en fin, enhorabuena.

Y antes de terminar una gran noticia: la Filmoteca Española ha restaurado el negativo original de "Contactos" del ínclito profesor Paulino. O sea, que cada vez hay menos excusas.

Un saludo

Rafa Morata dijo...

Felicidades por la impagable labor que estais haciendo con ese buen cine español que, efectivamente, es el más desconocido. Me ha emocionado el artículo de Villamediana sobre Regueiro, un auténtico maestro que no solo merece una reivindicación sino una edición en toda regla de su filmografía (esa extrañisima "Me enveneno de azules" es muy difícil de ver...). En cuanto a "Duerme, duerme, mi amor" es, en mi opinión, una de las más grandes joyas no solo de su filmografía sino de nuestra maltratada cinematografía. En definitivas cuentas: oro puro destila su obra.

Y una última cosa: me alegra enormemente las alusiones de Villamediana a Pedro Almodóvar.

Letras de cine dijo...

Antes de nada muchas a gracias por vuestro entusiasmo con esta especie de ciclo que estamos montando vía blog.
Luis, esta noche resubo La celosía.
Rafa, es curioso que me digas eso de Almodóvar, porque tuve mi época anti almodovar pero me he reconciliado completamente y sin duda es uno de los cineastas claves españoles aun cuando haga filmes fallidos.